LA PLUMA VIBRA IMPULSADA POR LA MANO FIRME QUE ESCRIBE AQUELLO QUE EN SU INTERIOR VIVE

MORADA VIBRANTE


Es la llama,
la que brota inquebrantable,
 sobre un mar que azota,
la Dicha que nace,
de la más íntima y salvaje,
Morada vibrante.
Nuestra Morada,
esa en la que yace,
la Luz y el Sonido,
jamás imaginable,
la Voz y el Alarido,
del Cáliz inagotable
Morada vibrante…
Es la llama,
la que denota expectante,
la más Eterna entrega,
que dos humildes corazones,
pueden darse,
para que sea…
la propia brasa quien exprese,
aquello que él y ella
con Toda su Pasión, desean…
Hoy en esa llama que arde,
Moramos,
y en esa Pasión que nos abate,
anclamos,
todo lo que ayer, hoy y siempre
con Toda nuestra Alma…
Amamos.
Morada vibrante,
a un paso,
de fundir el bien más sagrado,
a un solo palmo,
de brindárselo Todo,
a aquel quien a su modo,
lo vivió y sintió Todo,
sin desechar Nada,
ni siquiera lo sobrante…
Morada vibrante,
Haz de Ciegos errantes,
en el Monte,
donde se imprime el diezmo…
allí donde
ya se puede otear
el más espectacular Templo…
Morada vibrante,
Haz de piélagos,
de los vergeles
que se alzaron,
como enormes y ondeantes escenarios
de múltiples encuentros.
Morada vibrante,
la del navegante, la del caminante,
y también la nuestra,

la de los Amantes…